Dr. Albertengo - Ortopedia y Traumatología - Medicina del Deporte

Información para Pacientes

Luxación Acromioclavicular


La luxación acromioclavicular es la separación que se produce en la articulación entre la clavícula y el acromion (parte de la escápula) en la parte superior del hombro, como consecuencia de un traumatismo. Es una lesión frecuente en deportistas de contacto (rugby, fútbol, etc.) que se genera por caídas directas del hombro contra el piso.

Existen 6 grados diferentes de luxaciones acromioclaviculares, siendo los grados I, II y III los más comunes. La violencia con que se produzca el traumatismo determinará la gravedad de la lesión de los ligamentos de contención de la articulación (ligamentos acromioclaviculares y coracoclaviculares) y el grado de la luxación articular.

Clasificación

  • Grado I: No hay separación de la articulación acromioclavicular como tampoco deformidad en la parte superior del hombro. Existe una distensión, sin ruptura de los ligamentos acromioclaviculares.
  • Grado II: Hay una leve deformidad en la parte superior del hombro. Se produce la ruptura de los ligamentos acromioclaviculares pero no de los ligamentos coracoclaviculares.
  • Grado III: Hay una separación completa de la articulación lo cual se expresa con una deformidad muy evidente. En este grado se produce la ruptura tanto de los ligamentos acromioclaviculares como la de los coracoclaviculares.
  • Grado IV: No existe una deformidad muy evidente en este grado. La clavícula se encuentra desplazada hacia atrás con respecto al acromion. Todos los ligamentos se encuentran afectados.
  • Grado V: Es notoria la deformidad en la parte superior del hombro. Se genera no solo por la ruptura de los ligamentos que unen la clavícula y el acromion, sino también, de ciertos músculos que toman inserción en dichos huesos.
  • Grado VI: Es de muy rara presentación. La clavícula luxada se coloca por debajo de la apófisis coracoides debido a un golpe directo en la parte superior del hombro.

Síntomas y Signos

  • Se presenta con dolor e inflamación en la parte superior del hombro. El dolor aumenta con la palpación de la articulación y con la movilidad de brazo.
  • Deformidad “signo de la pseudocharretera” más evidente en los grados III y V.
  • Con la palpación se puede deprimir y recolocar la clavícula en la articulación (“signo de la tecla”) en los grados II, III y V.

Diagnóstico

El interrogatorio sobre antecedentes de golpes o caídas directas con el hombro contra el suelo pueden orientar al médico al diagnóstico. El paciente se presenta con dolor en la parte superior del hombro. Dicho dolor aumenta con la palpación y la movilidad del miembro superior. De acuerdo al grado de la lesión la deformidad puede ser un signo clínico que lleve al diagnóstico.
La radiografía de hombro comparativa y la radiografía con carga suelen ser suficientes para confirmar esta lesión.
La resonancia magnética sirve para el diagnóstico de lesiones asociadas.

Tratamiento

El tratamiento dependerá del grado de la luxación.

  • Grado I y II: Son siempre de tratamiento conservador, no quirúrgico. Se indica hielo local, antiinflamatorios y una inmovilización temporaria entre 1-2 semanas con cabestrillo. Luego de pasada la etapa aguda se puede comenzar rehabilitación para restaurar la movilidad y la fuerza muscular.
  • Grado III: Puede ser de tratamiento conservador o quirúrgico. Generalmente existe una buena recuperación de la función del hombro en los pacientes que no son sometidos a cirugía. En caso de optar por el tratamiento no quirúrgico el paciente debe aceptar la secuela estética que le quedará como consecuencia de la ruptura ligamentaria.
  • Grado IV-V-VI: Son siempre de tratamiento quirúrgico.

En la actualidad, para las luxaciones acromioclaviculares agudas (entre 7-10 días de producida la lesión), grado III y V, se pueden utilizar técnicas artroscópicas para la reparación. Mediante estas técnicas mínimamente invasivas se colocan dispositivos similares a “botones”, unidos por suturas de alta resistencia (Fibertape) colocados por encima de la clavícula y por debajo de la apófisis coracoides, con el objetivo de reducir la luxación articular.

Pasada la etapa aguda se considera la luxación como crónica. En las luxaciones crónicas, se debe agregar un injerto de tendinoso extraído del propio paciente o de un banco de tejidos para realizar la reconstrucción de la articulación acromioclavicular.

Para las luxaciones grado IV y VI no se pueden utilizar las técnicas artroscópicas y se realizan las reconstrucciones en forma abierta.

El post-operatorio consiste en 6-8 semanas de inmovilización con cabestrillo para facilitar la cicatrización de los ligamentos y luego la rehabilitación para restaurar la movilidad y finalmente la fuerza muscular.