La clavícula en el hueso en forma de
“S itálica” ubicado en la parte anterior
y superior del hombro. Se une en el
hombro con el acromion (escápula)
conformando la articulación
acromioclavicular y con el esternón se
une al tórax mediante la articulación
esternoclavicular.
Es un hueso muy superficial, subcutáneo (por debajo de la piel), por lo tanto muy expuesto a traumatismos. Sirve de protección a importantes vasos sanguíneos y nervios del plexo braquial que se encuentran por debajo de la misma.
La fracturas de la clavícula ocurren generalmente por caídas directas donde se golpea el hombro contra el piso. Es más común en niños y personas jóvenes que practican deportes de contacto (fútbol, rugby, etc.).
La clavícula se divide en 3 partes o tercios. La fractura puede afectar a la parte media o diafisaria (es la región más frecuente), el tercio cercano a la articulación acromioclavicular (tercio distal) en el hombro o próximo a la articulación esternoclavicular (tercio Proximal).
Síntomas y Signos
Diagnóstico
El diagnóstico se confirma con las radiografías simple de hombro en diferentes incidencias. Mediante el simple estudio radiográfico se puede evaluar el sitio de la fractura, la magnitud del desplazamiento y/o acortamiento de la clavícula y la presencia o ausencia de más de un fragmento (fracturas con tercer fragmento , fracturas a varios fragmentos o conminutas). De acuerdo a estos hallazgos radiográficos se planifica el tratamiento.
Durante la etapa aguda de la fractura
se indica la aplicación de hielo local y
analgésicos-antiinflamatorios para
reducir el dolor.
Las fracturas de clavícula pueden ser tratadas en forma conservadora, es decir, no quirúrgica o mediante cirugía de acuerdo al tipo de fractura.
Tratamiento conservador
En las fracturas simples que no presenten desplazamiento y se encuentren alineadas, se puede colocar un inmovilizador de hombro (cabestrillo o inmovilización en “8”).
En las primeras semanas se realiza un seguimiento con radiografías para controlar que la fractura no sufra desplazamientos y evaluar la continuidad del tratamiento conservador. En general y de acuerdo al tipo de fractura, la inmovilización se mantiene entre 4 y 6 semanas para luego comenzar con la rehabilitación.
Tratamiento quirúrgico
En los casos de las fracturas desplazadas (más de 2 cm), fracturas acabalgadas (cuando se pone un trazo de la fractura por encima del otro), fracturas conminutas o a varios fragmentos, la conducta es “quirúrgica”. La reducción abierta de la fractura y la fijación con placa y tornillos es la técnica más utilizada.
La fijación temprana de la fractura tiene ventajas:
Este fenómeno se produce cuando en el proceso de cicatrización el hueso consolida en una posición no anatómica, debido a la mala reducción de la fractura. Esto genera como consecuencia una deformidad o escalón palpable en la clavícula.
Esto hace referencia a la ausencia de formación de callo óseo más allá de los 3 y 6 meses respectivamente de producida la fractura. En estos casos se debe realizar una reducción abierta con placas y tornillos con la utilización de injerto óseo (tomado de la cresta ilíaca del propio paciente) para potenciar las posibilidades de la consolidación.
Se denominan así a las fracturas que afectan la porción del húmero cercana a la articulación del hombro. El húmero proximal presenta 2 tuberosidades óseas en la cabeza humeral llamadas troquiter y troquín donde se insertan los tendones del manguito rotador.
Habitualmente se producen por caídas con la mano extendida en personas mayores de 60 años con huesos débiles (osteopenia u osteoporosis). En gente joven son consecuencia de traumatismos de alta energía generados en la mayoría de los casos por accidentes de tránsito.
Como en toda fractura, predomina el dolor y la incapacidad para mover el brazo afectado.
La radiografía simple de hombro es suficiente para hacer el diagnóstico.
La tomografía computada es de utilidad para evaluar en detalle la fractura y planificar el tratamiento.
El tratamiento dependerá del tipo de fractura, la edad del paciente y de la magnitud del desplazamiento de los fragmentos óseos. El objetivo es lograr la consolidación del hueso con el menor desplazamiento posible de los fragmentos para obtener una adecuada función del hombro.
Tratamiento Conservador no
quirúrgico
Las fracturas no desplazadas o con
mínimos desplazamientos pueden ser bien
tratadas mediante una inmovilización con
cabestrillo en rotación neutra por 4
semanas y luego comenzar con el plan de
rehabilitación correspondiente para
recuperar el rango de movilidad del
hombro.
Las fracturas del húmero proximal que presenten desplazamiento deben ser tratadas quirúrgicamente. La cirugía consiste en la reducción y reposición de los fragmentos desplazados y su fijación mediante placa y tornillos. La fijación estable y rígida de la fractura permite comenzar con los ejercicios de movilidad pasiva entre los 7 y 10 días posteriores al procedimiento quirúrgico.
La hemiartroplastia o el reemplazo parcial de hombro está indicado en aquellas fracturas de la cabeza humeral que debido a su complejidad se consideren irreconstruibles. En general se presenta en personas mayores con huesos muy débiles (osteoporosis).
En los pacientes añosos, quienes por lo general presentan huesos osteoporóticos, ante la presencia de fracturas desplazadas a varios fragmentos (conminutas), la prótesis parcial puede no conseguir un resultado funcional satisfactorio. Es por eso que en estos casos la prótesis reversa o prótesis invertida puede ser la indicación más conveniente.